Finalizamos la lectura sorprendidos e intrigados. ¿Qué serían los "deseados"? ¿Que vendía realmente el señor Poss? Lucía Prol echó a volar su imaginación.
No podía soportar la curiosidad. Tenía tan buena pinta eso de los deseados que estaba impaciente por saber lo que era. Pensé y pensé a ver lo que era y llegué a la conclusión de que podían ser objetos de adorno que a la gente tanto gustan, o tal vez serían figuras artesanales para decorar la casa o tan solo juguetes infantiles.Entonces entré en la tienda a mirar qué había y efectivamente me encontré lo que había pensado: tenían objetos artesanales, trenes de madera, lámparas hechas en tela y madera y hasta hórreos diminutos. Entonces me fijé en un llamativo tiovivo situado al fondo: tenía un colorido espectacular y no pude resistirme a comprarlo.
Lucía Prol Noya
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