Habíamos visto con anterioridad cuatro posibles finales para la historia de "Koniey y Nube de noviembre". Veamos dos más:
A la mañana siguiente vieron que el becerro Nube de Noviembre estaba enfermo y sólo podían curarle con el fruto del gran árbol baoba. Resultaba casi imposible alcanzarlo porque era muy alto, pero Konyek era pequeño y podía escalar.
Su padre no le dejaba, así que por la noche fué al baoba y escaló. Le llevó toda la noche y cuando terminó ya era de día. En cuanto volvió le hicieron una celebración y su padre le dio un abrazo. Nube de Noviembre se recuperó, y su padre le dio en propiedad el becerro.
ROMÁN SAIZ ESCRIG
Su padre no le dejaba, así que por la noche fué al baoba y escaló. Le llevó toda la noche y cuando terminó ya era de día. En cuanto volvió le hicieron una celebración y su padre le dio un abrazo. Nube de Noviembre se recuperó, y su padre le dio en propiedad el becerro.
ROMÁN SAIZ ESCRIG
Después de dos meses, Konyek le hacía muchos favores a su padre, como ir al pozo a por agua.El padre de Konyek vio tan unido su hijo al becerro que decidió dárselo en un plazo de un mes. Le enseñó a cuidar al becerro hasta que estuviera preparado.
LUCÍA MENÉNDEZ FERNÁNDEZ

Muy chulos los dos. Seguid así, chicos. Sois los mejores.
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