El
enanito estaba agotado y necesitaba dormir. Por ello, en cuanto vio aquellas
siete enormes camas, no lo dudó y se dejó caer en una de ellas. Aunque él no lo
sabía, estaba a punto de conocer a las siete blancanieves.
Gonzalo, Daniela y Lucas imaginaron la historia de tres modos bien diferentes.
Tu historia es muy original, Daniela. Las demás también están muy bien.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu historia,Gonzalo.
ResponderEliminarMe gustan mucho vuestras historias, chicos. ¡Muy bien!
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