Marta salió de la biblioteca y se quedó paralizada.
No reconocía nada de lo que veía. ¿Qué había pasado? ¡Aquello no era Salinas!
¿Dónde estaba su casa?
Se sentía como un náufrago en una isla desierta,
así que decidió expresar sus sentimientos en un papel, que después metería en
una botella y arrojaría al mar. Comenzó así:
¡Muy buenas historias,chicos!Me han gustado mucho.
ResponderEliminarestán muy chulas cada una es diferente y cada una cuentan una historia. están muy guays os merecíais ganar
ResponderEliminar¡Qué historias tan chulas!
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