lunes, 13 de enero de 2014

¿Y si Margarita no temiese al lobo?

Margarita no temía al lobo. Es más, estaba deseando encontrárselo para decirle tres o cuatro cosas.  Pero... ¿qué opinaría el lobo de esta situación?


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

Le voy a dar un susto de muerte
y evitaré que tenga buena suerte.

El lobo raptó a Margarita,
que estaba muy preocupadita.

Ella gritó
y un leñador le escuchó.

Él corrió y corrió;
llegó a la caseta del lobo
y le disparó.

 Lucas San Nicolás Castro


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

Yo soy el lobo feroz;
y también el más veloz.

Apuesto que la podría atrapar
sin gran esfuerzo realizar.

"Mira niña, ¡soy más rápido que tú!"

Al ver lo que me respondió,
un patatús casi me dio.

Se puso a correr sin parar;
¡que no la puedo alcanzar!

Como soy un lobo astuto,
me escondí tras un arbusto.

Despistada la pillé
y un buen susto le pegué.

De un bocado me la comí.
Apenas sin masticar.

Al poco rato pasó
que tenía malestar.

La barriga me dolía.
¡Hacía tanto que no comía!

En un vano intento
de hacerme el fuerte,
me caí al río
sin enterarme de lo siguiente.

Cuando el conocimiento recuperé
la tripa vacía noté.

En ella había una cicatriz
y para la niña, ¡un final feliz!

Estela Cao Gago


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

Todo el mundo me tiene miedo;
con esta niña sorprendido me quedo.

¿Cómo haré para asustarle?
¿Darle voces en lugar de hablarle?

Quizás pegar un aullido,
fuerte como un estallido.

Mucha vergüenza me da
si no consigo asustarla ya.

Perderé mi credibilidad
si no consigo esta habilidad.

No sé si lo conseguiré,
y tampoco sé cómo la asustaré.

De solo pensar que me retiro,
prefiero que me peguen un tiro.

Pero aún así me voy
y no lo intento hoy.

¿Qué le diré a mi amigo?
¡Seguro que tampoco habría podido!

José Ángel Celorio Fernández


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!
Si hubiera abierto mis grandes fauces,
hubieras huido en unos instantes.

Te hubiera asaltado,
después agarrado.
Te habría humillado,
y luego zampado.

Tengo un hambre insaciable,
y colmillos como sables.
Me comí a Caperucita,
y ahora a Margarita.

Adriana Álvarez Palacio


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

Yo, un lobo feroz,
tengo fama de ser atroz.

No me gustaría estar en su lugar,
porque un buen banquete
me voy a pegar.

Yo, un lobito insolente,
se va a comer a una niña inocente.

Y su abuelita,
la pobrecita.

Su madre, asustada,
llamará al leñador con su hacha.

Pero yo escaparé,
¡y nunca volveré!

Lola Swearingen Guerra

 


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

¿Cómo que se iba a divertir y a reír?
Si me ve, me va a oír.

Será verdad que yo soy un lobo,
pero no seré un tonto.

Ya me sé el cuento demasiado
y cuando lo escucho me desmayo.

¡Ay la pobre Margarita!
No sabe que soy un flautista.

Sí; la flauta yo toco,
pero muy poco.

Yo seré un lobo feroz,
pero me gusta comer arroz.

Y yo me despido
con mucho respiro.

Ingrid Garcez Ribeiro


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

Pero yo me la habría tragado
si no me hubiese pillado.

Si la niña fuese tonta,
me la comería de una torta.

Pensé que mi excusa tragaría
Y así yo me la comería.

Pero como la excusa no ha calado
y yo no tengo ni un centavo,
¡me quedo mal alimentado!

No hay ni un bocadillo
para este pobrecillo.

Eva Álvarez Mendoza


¡Qué tontería he escuchado!
¡Dice que no se habría asustado!

¡Si me la hubiera encontrado,
a Margarita me hubiera merendado!

Tiene que tener cuidado.
¡Mañana estaré vigilando!

Si su abuela la manda a un recado,
la esperaré agachado
¡Y me la zamparé de un bocado!

Alba Fernández García


EL LOBITO AMADO

Un día de verano
el lobo se fue a comer muy temprano, ...

Se encontró a una niña enana,
tan enana como aquella xana.

Se la iba a comer de un bocado, ...
¡pero se sintió paralizado!

La niña le sonreía y llamaba,
con una amabilidad que entusiasmaba.

¿Cómo te llamas lobito?,
-le dijo muy despacito-.

El lobo estaba halagado,
pues nunca nadie le había amado.

Se hicieron inseparables,
y fueron a ver "Los Miserables".

Noa Gago Argüello


¡Qué tontería has dicho!
Mira que eres bicho.

¡Que no te engaño!
Este es mi mejor año.

Soy un buen actor.
Y también un buen pintor.

Me pareceré a tu abuela,
y con ella me haré una cazuela.

Si no te parece suficiente,
ya verás en el cuento siguiente.

Soy un lobo de buen diente
y me gusta comer gente.

Me esforzaré para engañarte,
porque para eso tengo arte.

Vete tranquila por el sendero,
y ya verás, que te espero.

Esperaré que te caiga un diente;
debajo de tu almohada quedará pendiente.

Y cuando menos te lo esperes,
aparecerá el Ratón Pérez.

Lucía Arburu Rodríguez

2 comentarios: